Hay acciones que suelen realizarse y que muchas veces los padres no se dan cuenta que las están haciendo o también no saben que no están mal esas conductas porque quizás fue así como a ellos los educaron o por el contrario intentan ser totalmente lo opuesto a lo que fueron sus padres con ellos provocando que sobreprotejan a sus hijos pensando que es algo bueno pero en realidad a largo plazo eso puede afectar en la vida de sus niño, es por eso que describiremos algunas de las conductas que pueden afectar en el desarrollo y crecimiento de los niños.
Agredir
Cuando hay exceso de agresividad y hostilidad, ya sea física o verbal, y el niño es atacado en su integridad corporal, psicológica o emocional, puede provocar que mientras está frente al padre agresor se sienta invadido por el miedo y se someta a sus deseos, ya que de otra manera podría ser su víctima. Los sentimientos de enojo, tristeza e impotencia que la violencia provoca, a su vez pueden ser expresados por lo niños con otras personas, generalmente más débiles, lo que provoca una cadena de violencia ya que para estos niños la violencia es algo normal y es la manera común de relacionarse con los otros.
Culpabilizar
Llega a ser común que se utilice la culpa como forma de educar lo que en lugar de ser una buena estrategia de educación provoca que el niño se sienta culpable o responsable de todo lo malo que sucede o hace y que su presencia es el origen del malestar de los otros, produce niños inseguros y temerosos, que siempre dudan de ellos, la constante sensación de los niños al sentir que decepcionan a sus padres por alguna “falla que tiene “ produce a largo plazo una pobre autoestima, poca iniciativa y sentimiento de desesperanza para realizar acciones.
Sobreproteger
Se entiende que los padres quieran que sus hijos sean felices, que no sufran y que puedan realizar las cosas que le gustes per hay ocasiones en que esto pasa al extremo de sobreproteger a los niños, hacer todo para el niño, no permitir que tenga ninguna molestia ni que enfrente experiencias de la vida en las que pueda correr algún riesgo parecen cosas buenas pero la realidad es que no se le da la oportunidad al menor de desarrollarse y adquirir experiencias por sí mismo. En consecuencia, el menor sobreprotegido estará cada vez en más desventaja frente a sus compañeros porque sus padres no le permiten fortalecerse.
Distancia afectiva
Se refiere a situaciones en las que los padres no están con sus hijos tanto tiempo como sería conveniente debido a las actividades u ocupaciones que tienen. Aun cuando se deba al esfuerzo por subsistir o por mantener un nivel de vida, los niños viven esta distancia como falta de afecto. La distancia afectiva puede provocar que el niño perciba que no lo queremos porque hay algo malo en él, y es probable que su autoestima se dañe al sentir que no es lo suficientemente valioso como para estar con alguien para quien él sea importante
Rechazar
Hay muchas formas de expresar rechazo a un niño; ya sea de manera explícita: “nunca haces nada bien” o implícita, como criticarlo constantemente, genera mucha inseguridad y duda en el menor, ya que no confía en quién es porque, como consecuencia de esta actitud, no ha tenido oportunidad de formarse una imagen clara o real de sí mismo. El rechazo tiene un gran impacto en la seguridad y en la autoestima del niño, quien crecerá y vivirá con la idea de que no es aceptado.
Para mayor información puede consultar a: Murow, E., y Verduzco. A. (2001). Cómo poner límites a tus hijos sin dañarlo. Editorial Pax México
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