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Habilidades Socioemocionales

Seguramente has notado más de una vez que las personas exitosas en diferentes ámbitos de su vida tienen otras habilidades además de las que les exige su campo de trabajo. Por ejemplo, Steve Jobs, el creador de Apple además de diseñar las computadoras y teléfonos de IPhone contaba con cualidades que iban más allá de su inteligencia como el ser creativo, colaboración con otras personas y ser una persona con liderazgo. Muy probablemente estas personas cuentan con Habilidades Socioemocionales, que veremos a continuación, así como su utilidad en diferentes áreas donde nos desempeñamos diariamente.


Primero, debemos recordar que la emoción proviene de la raíz latina motere, que significa “moverse”, lo que sugiere que la tendencia a la acción está implícita en las emociones (West, 2016). La manera en la que se reacciona ante una emoción está mediada por la valoración cognitiva, es decir, la interpretación de los indicadores verbales y no verbales de la conducta: las palabras, gestos, movimientos corporales, tonos e intensidad de voz que se utilizan son factores que afectan la expresión y la regulación de las emociones.

Estos conceptos en psicología son conocidos desde hace tiempo, pero actualmente se han realizado estudios sobre las habilidades sociales y emocionales donde han pasado de ser consideradas como rasgos fijos de las personas a habilidades que pueden aprenderse y también mejorar ((Freshman y Rubino, 2002; Segal, 2002, citado en García, 2018)


En la actualidad se utiliza el término de habilidades socioemocionales (HSE) o aprendizaje socioemocional. Refiriéndose a ellas como habilidades que tienen la connotación de la posibilidad de su educabilidad o entrenamiento.


Las habilidades socioemocionales (HSE) son herramientas que permiten a las personas entender y regular sus emociones, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer y desarrollar relaciones positivas, tomar decisiones responsables y definir y alcanzar sus metas.


Los antecedentes de algunas de estas habilidades pueden trazarse al año 1983, con Howard Gardner al tomar en cuenta el autoconocimiento y en 2001 llamarla inteligencia intrapersonal. Así mismo Gardner (2001) definió otro tipo de inteligencia relacionado con las habilidades socioemocionales, al que denominó interpersonal y que definió como: “La habilidad para distinguir y establecer distinciones entre otros individuos y, en particular, diferenciar sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones…”


Daniel Goleman (1995), basado en los trabajos de Gardner, acuñó el término de inteligencia emocional para referirse a la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los estados de ánimo propios y ajenos. En este contexto, nace el concepto de aprendizaje socioemocional (SEL, por sus siglas en inglés), sugerido en 1994 por el Programa Colaborativo para el Aprendizaje Académico, Social y Emocional. El aprendizaje socioemocional es descrito por el programa CASEL como la adquisición de diversas habilidades socioemocionales, entre las que se encuentran el autoconocimiento, la autorregulación, la conciencia social, las habilidades para relacionarnos con otros y la toma responsable de decisiones (Elberston, Brackett y Weissberg, 2010).


Nagaoka, Farrington, Ehrlich y Heatt (2015) establecieron tres núcleos clave dentro de las HSE:


Agencia: capacidad de tomar decisiones y tener un papel activo en nuestra vida, en lugar de sólo “dejarnos llevar” por las circunstancias requiere que tengamos intencionalidad y que podamos tomar previsiones para poder trazar nuestro curso de acción.


La identidad integrada: entendida como un sentido de coherencia interna de quién es uno a través del tiempo y a partir de las múltiples identidades sociales que podemos tener, por ejemplo, raza/etnia, profesión, cultura, género, religión. Sirve como un referente para tomar decisiones y actuar en el mundo.


Las competencias: son las habilidades que nos permiten desempeñar roles de manera efectiva, completar tareas complejas o alcanzar objetivos específicos, por ejemplo, pensamiento crítico, toma de decisiones responsable, capacidad de colaboración, utilizadas en diferentes contextos y adaptarnos a diferentes circunstancias.


En el ámbito laboral, las HSE son sumamente importantes; ya que son altamente valoradas y recompensadas por los empleadores. Los trabajadores con mayores habilidades socioemocionales tienden a tener mejores perspectivas de empleo, donde también suele verse reflejado en el salario en relación a las HSE que tienen, puesto a que aquellos que muestran mayor extraversión y apertura a nuevas experiencias, perciben una diferencia salarial de hasta $2 dólares por día, en contraste con aquellos que no tienen estas habilidades (Acosta, Igarashi, Olfindo y Rutkowski, 2017).


Las HSE se encuentran dentro de los conjuntos de habilidades percibidas como las más necesarias por los empleadores según una encuesta realizada a ejecutivos de América Latina en 2009, , quienes calificaron la capacidad para trabajar en equipo como una de las habilidades más importantes que deben tener los empleados (80% de los encuestados), seguida de las habilidades de comunicación oral, calificadas como las más importantes por el 72% de los encuestados (McKinsey 2012 como se cita en Fiszbein, Cosentino y Cumsille, 2016).


En el contexto educativo, la UNESCO ha señalado como fundamentales para el aprendizaje en el siglo XXI habilidades como la colaboración, la comunicación, el aprendizaje informal, la productividad y la creación de contenido, resalta la importancia de diferentes competencias, como las personales (capacidad de iniciativa, resiliencia, responsabilidad, asunción de riesgos y creatividad), las sociales (trabajo en equipo, trabajo en red, empatía y compasión) y las de aprendizaje (gestión, organización, capacidades metacognitivas y habilidad para convertir las dificultades en oportunidades.


Para más información puede consultar a :

García, B. (2018). Las habilidades socioemocionales, no cognitivas o “blandas”: aproximaciones a su evaluación. Revista Digital Universitaria, 43(6), 3-8. http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2018.v19n6.a5

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